Esto es algo que todo
el mundo se ha preguntado alguna vez en algún momento de su vida.
Por este motivo, vamos
a pensar qué respondería la gente ante la pregunta: ¿qué es para ti la
felicidad? Lo que solemos escuchar es:
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Para ser feliz es necesario tener
dinero.
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Para ser feliz hay que tener amor.
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Ser feliz es no tener problemas.
-
Los hay quienes consideran que para ser
feliz hay que tener las tres anteriores juntas.
Estas son algunas de
las respuestas que obtendríamos ante esa pregunta. Ahora, vamos a pasar a
analizarlas:
Si nos fijamos bien,
¿qué tienen en común todas ellas? Las cuatro obedecen a causas externas, es
decir, la felicidad depende de algo que escapa a nuestro control, pero, ¿esto
es así?
Ahora vamos a razonarlas
de forma más profunda: ¿tener dinero te asegura ser feliz? Cuanta gente tiene
un nivel económico elevado y se siente muy infeliz. O al revés, cuantas
personas tienen un nivel económico medio- bajo y son felices.
¿Y tener amor? ¿También
te lo asegura? Muchas personas no tienen pareja y no por eso se sienten
desdichadas.
Y los problemas…
¿conocéis a alguien que no haya tenido problemas en su vida? Siempre vamos a
tener algún problema o alguna preocupación, en mayor o menor medida, la vida es
así.
Por lo tanto, si
focalizamos nuestra felicidad en cosas externas y, además, sólo vemos su parte
negativa si no las tenemos, nunca vamos a conseguir ser felices puesto que la
vida es un cambio constante.
¿Qué podemos hacer ante
esta visión de la felicidad? ¿Cómo podemos ser felices?
Aquí van algunos
consejos que os pueden ayudar a alcanzarla:
-
Haz ejercicio. Está demostrado que el
ejercicio físico promueve la liberación de endorfinas, la hormona de la
felicidad. Además de este componente también mejora nuestro bienestar
psicológico aumentando nuestra autoestima y nuestra sensación de
"sentirnos bien" con nosotros mismos.
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No veas sólo la parte negativa de las
cosas. Cuando tenemos un problema tenemos tendencia a verlo como algo negativo
para nosotros puesto que no nos gusta tenerlo, pero la actitud con la que se
afrontan es muy importante. Tú eliges si afrontarlo de forma positiva y
viéndolo como un reto o, por el contrario, puedes seguir lamentándote y dejando
que ese malestar te arrastre. Yo os aconsejo lo primero, tener una actitud
positiva ante el problema puesto que de ese modo es más probable que se os
ocurran más formas de solucionarlo. Si os dejáis llevar por el componente
negativo, sólo veréis eso y no se os ocurrirán tantas soluciones.
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Que haya algo en tu vida que no va como
a ti te gustaría (por ejemplo, si no tienes pareja), no significa que el resto
de las áreas de tu vida vayan mal. Puede que no tengas pareja, pero sí tengas
una familia que te apoya, unos amigos maravillosos, un trabajo que te gusta… Estas
cosas buenas dejamos de verlas y nos centramos sólo en el área de nuestra vida
que no va como nosotros quisiéramos y acabamos sintiéndonos desdichados. Yo os
propongo que os centréis también en lo positivo, en el: "bueno, no tengo
pareja pero tengo muchas cosas más que me hacen feliz".
-
Céntrate en el momento actual. Muchas
veces lo que nos hace sentir infelices es recordar algo del pasado que nos hizo
sentir mal. Pero… el pasado ya se fue, no lo podemos modificar. El presente es
lo que tenemos ahora, lo que podemos modificar y guiar, por lo tanto, céntrate
en él y fíjate en las cosas buenas que nos da la vida. Estoy hablando de cosas
básicas, como el sonido de la lluvia, la risa de un niño, ver amanecer… todo lo
que tus cinco sentidos capten y te aporten cosas.
- Proponte metas. Tener metas nos hace
estar activos y nos proporcionan una dirección en nuestra vida. El hecho de ir
consiguiendo cada paso que te lleve a ella te motivará y te hará sentir bien.
Pero cuidado, las metas que nos propongamos tienen que ser realistas y que se
puedan alcanzar, aunque tengan cierto grado de dificultad.
- Acepta tanto tus virtudes como tus
defectos. A menudo focalizamos demasiado nuestra atención en los defectos que
tenemos, sin llegar a aceptarlos nunca. Nos lamentamos cada vez que cometemos
un error, no nos gusta alguna parte de nuestro cuerpo… y si nos centramos sólo
en eso va a ser muy difícil ser felices. Nadie es perfecto y vamos a seguir
cometiendo errores, pero eso no es algo malo. Podemos aprender de ellos, dejar
que nos hagan crecer como personas para así, no volver a repetirlos en un
futuro.
- Diviértete. No todo en la vida es
trabajo y obligaciones, también hay que divertirse! Realiza los hobbies que te
gustan, sal con tus amigos o familiares a dar un paseo, a tomar algo… lo que os
apetezca. Todo esto va muy bien para distraer la mente y recargar de energía
nuestro cuerpo.
- Haz algo bueno por los demás. Ayudar a
alguien que lo necesita aumentará tu bienestar también. Eso sí, hazlo sin
esperar nada a cambio, sólo hazlo por el placer de ayudar.
Como veis, hay algo que
subyace a todas estas ideas y que es muy importante para nosotros: ¡nuestros
pensamientos! Intentar ver siempre el lado positivo de las cosas, aunque
aparentemente parezca una tarea imposible. Y como no, somos nosotros los que
escogemos ver ese lado positivo, en nuestras manos está hacerlo o no.
Hasta aquí los consejos
que os propongo para recorrer vuestro camino a la felicidad. Si se os ocurre
alguno más que os ayude a vosotros mismos y que no haya escrito no dudéis en
proponérmelo, puede que ayudéis a alguien que actualmente se encuentre en esa
búsqueda ( y de paso estaréis poniendo en práctica el último consejo del que os
he hablado).
Un saludo y hasta la próxima.