martes, 30 de diciembre de 2014

Cómo conseguir mis propósitos para el nuevo año




El año está llegando a su fin y es habitual ponerse a reflexionar sobre cómo nos ha ido este año que se va y si hemos llegado a cumplir las metas que nos propusimos al principio del mismo.

Así que antes de pasar a daros algunos consejos sobre cómo plantear vuestros nuevos objetivos, vamos a hablar de algo muy importante para poder llevarlos a cabo: la actitud.

Es posible que alguno de vosotros os sintáis mal por no haber conseguido las metas que os planteasteis, pero he de deciros que no lo tenéis que ver como un fracaso. Hay que aprender de ello y ver qué ha pasado antes de tirar la toalla y pensar: "éste objetivo no me lo voy a proponer más porque seguro que no lo consigo".

Por ello, además de ver qué objetivos no hemos conseguido, hay que evaluar por qué no los hemos conseguido: puede ser porque no llegamos a elaborar ningún plan para llevarlo a cabo, o tal vez sí que elaboramos uno pero nos surgieron contratiempos que lo retrasaron y al final nos olvidamos de él, o puede ser porque el plan que elaboramos no ha funcionado… pueden ser muchos los motivos por los cuales no hemos llegado a conseguir esas metas y hay que evaluarlos, sobre todo si nos queremos plantear el mismo objetivo para el nuevo año.

Así que si os encontráis en esa situación os propongo que dejéis de sentiros mal, cambies vuestra actitud hacia la acción y evaluéis que ha pasado. Recordad lo que os dije en el artículo de "¿Qué es y cómo se consigue la felicidad?": lo pasado ya se fue y no lo podemos cambiar. Lo que sí podemos cambiar es el presente y utilizar ese pasado para aprender de él.

Y ahora sí, aquí van algunos consejos para vuestros nuevos propósitos:

  1. Elaborar metas realistas: esto es muy importante porque la euforia nos puede llevar a plantearnos objetivos que son casi imposibles de conseguir. Un ejemplo de meta no realista sería: "no voy a comer chocolate u otros dulces nunca más". Tal vez sería mejor plantearnos: "voy a reducir todo lo que pueda mi consumo de dulces". Esta meta realista es mucho más probable llevarla a cabo con un buen plan y un poco de esfuerzo.

  1. Anotarlas en un papel, post-it... y dejad la lista en un lugar donde la veáis a menudo. Esto es bueno hacerlo para no olvidarnos de ellas.

  1. Elaborar un buen plan de acción. Esto es tremendamente importante para poder llevar a cabo el cumplimiento de nuestras metas. Hay que pensar también que toda meta final se compone de pequeños pasos que vamos dando hasta llegar a ella y una idea muy buena para que no caigan en el olvido es poner fechas para cumplir esos pequeños pasos. Os pongo un ejemplo: si mi meta es ir al gimnasio 2 veces por semana, el primer paso será buscar uno que me guste. En este caso, me puedo plantear: lo voy a poner en práctica el día 7 de enero y me voy a tomar 15 días para buscar gimnasio e ir a visitar los que más me han gustado y así decidirme por uno finalmente.

  1. La motivación es muy importante. Si la meta que queréis conseguir os motiva será más probable que se llegue a conseguir y, además, se convertirá en una actividad muy placentera para nosotros. Siguiendo el ejemplo del gimnasio: si veo que después de un tiempo acudiendo me encuentro mucho mejor conmigo mismo, tanto a nivel estético como de salud, si además he conocido gente nueva con la que me lo paso muy bien… lo más probable es que seguiré acudiendo porque ir al gimnasio se ha convertido en algo muy placentero para mí.

  1. Evalúa los resultados del plan de vez en cuando. Es bueno, después de un tiempo aplicando el plan que habíamos elaborado, evaluar si nos está siendo útil para alcanzar esa meta que nos hemos propuesto. Seguimos con el ejemplo anterior: si veo que me desmotiva ir a ese gimnasio que elegí, evaluar el motivo: puede que sea porque está abarrotado de gente y las máquinas suelen estar siempre ocupadas y hay días en los que no puedo hacer el ejercicio que quiero o me toca esperarme a que termine la persona que está utilizando la máquina. O puede ser porque está muy lejos de mi casa y me da mucha "pereza" ir.
En este caso, hay que modificar el plan. Por lo tanto, si mi meta "ir al gimnasio 2 veces por semana" se está viendo perjudicada por alguno de esos motivos, sería mejor que cambiara de gimnasio a uno que estuviera más cerca de casa, o buscar uno más grande con muchas más máquinas para poder realizar mis ejercicios con total comodidad…

Pero no sólo hay que evaluar el plan para ver si hay algún fallo en él, sino también para ver si está funcionando. Si esto es así y está dando resultado, ¡date la enhorabuena! Y aprovéchalo para que te motive más aún y así seguir llevándolo a cabo.

  1. Y por último, no os obsesionéis con los planes. Cuando elaboréis el plan tenéis que ser conscientes de que pueden ocurrir contratiempos que retrasen un poco la ejecución y no por ello nos tenemos que sentir mal. Por ejemplo: si me han mandado fuera 2 semanas por trabajo o he estado enfermo y no he podido ir al gimnasio, pues no me voy a lamentar porque esté incumpliendo el plan. No pasa nada, cuando me recupere o cuando regrese a mi casa lo continúo.
Esto puede ocurrir también con otros propósitos que habitualmente la gente se propone: perder peso, dejar de fumar… Si un día os salís de la dieta, o tenéis una recaída y os fumáis un cigarro… no os lamentéis por ello y no renunciéis a seguir con vuestro plan, sino todo lo contrario, continuad con él como estaba previsto y no os sintáis mal, son cosas que pueden ocurrir durante el proceso, lo importante es seguir adelante.

Pues bueno, hasta aquí el último artículo del año! Espero que os sirva de ayuda y ya sabéis, si consideráis que necesitáis ayuda para elaborar vuestros propósitos o llevarlos a cabo, no dudéis en llamarme! Y como siempre os digo, para cualquier duda, sugerencia, comentario… tenéis mi correo a vuestra disposición.

Aprovecho para desearos un feliz año nuevo a todos y daros las gracias por pasaros por aquí y leer los artículos! Ya sabéis que están escritos por y para vosotros!

Un saludo y hasta el próximo año!


miércoles, 19 de noviembre de 2014

Lo que la psicología te puede aportar



Para mí este artículo significa mucho, puesto que voy a hablaros de algo que convive conmigo día a día: la psicología.

Voy a intentar no extenderme mucho, pero no prometo nada, es tan difícil ser breve cuando tienes tantas cosas que contar…

Me gustaría centrarme en mostraros una visión de la psicología que no se suele apreciar de normal: la psicología como una inversión en vuestra salud diaria.

Estamos acostumbrados a acudir al psicólogo cuando tenemos ya una depresión clínica, o un problema de ansiedad, es decir, cuando el problema ya está aquí. Pero lo cierto es que hasta llegar a padecer ese problema han pasado muchas cosas antes.

Y es ahí, en esos pasos previos, donde la psicología nos puede ser de muchísima ayuda.

También nos puede servir para mejorar nuestro día a día, voy a poneros algún ejemplo para que me entendáis mejor:

-        "Llevo una vida muy estresante, tengo un trabajo que requiere mucho esfuerzo por mi parte y además tengo una familia a la que atender".

-        "Me cuesta mucho tomar decisiones, soy muy indeciso, siempre acabo preguntando a todo el mundo qué haría si se encontrara en mi situación y al final hago lo que me dice la mayoría, a pesar de lo que pueda pensar yo".

Seguramente muchos de vosotros os sentiréis identificados con alguno de estos ejemplos.

Lo que me gustaría que vierais es que la psicología os puede ayudar mucho. En el primer ejemplo podría ser de mucha ayuda aprender técnicas de afrontamiento del estrés como puede ser la relajación, por ejemplo.

En el segundo ejemplo podría servirle mucho aprender alguna técnica de toma de decisiones, para que la persona sepa llegar por sí misma a tomar esa decisión final.

¿Qué os parece esta visión? ¿Estáis de acuerdo conmigo en que la psicología nos puede ayudar mucho en nuestra vida?

Como decía en el anterior artículo que escribí "¿qué es y cómo se consigue la felicidad?", en vuestras manos está ser felices. Podéis elegir seguir sintiéndoos mal o podéis elegir ponerle solución y sentiros mejor cuanto antes.

¿Por qué elegir estar mal cuando puedes elegir estar bien? ¿O por que elegir estar bien pudiendo elegir estar genial?.

Invertir en psicología es invertir en vuestra salud mental y, a su vez, en vuestra salud física y en vuestra felicidad. Y si vosotros sois felices, se lo podéis transmitir a vuestros seres queridos y hacerles felices a ellos también. ¿A caso hay algo más bonito que eso?

Espero que os guste el artículo. Como siempre os digo, para cualquier sugerencia sobre temas de los que os gustaría que hablara, cualquier duda, cualquier comentario… me podéis mandar un email, estaré encantada de leeros!

Un saludo y hasta el próximo artículo!

miércoles, 15 de octubre de 2014

¿Qué es y cómo se consigue la felicidad?



Esto es algo que todo el mundo se ha preguntado alguna vez en algún momento de su vida.

Por este motivo, vamos a pensar qué respondería la gente ante la pregunta: ¿qué es para ti la felicidad? Lo que solemos escuchar es:
-          Para ser feliz es necesario tener dinero.
-          Para ser feliz hay que tener amor.
-          Ser feliz es no tener problemas.
-          Los hay quienes consideran que para ser feliz hay que tener las tres anteriores juntas.

Estas son algunas de las respuestas que obtendríamos ante esa pregunta. Ahora, vamos a pasar a analizarlas:

Si nos fijamos bien, ¿qué tienen en común todas ellas? Las cuatro obedecen a causas externas, es decir, la felicidad depende de algo que escapa a nuestro control, pero, ¿esto es así?

Ahora vamos a razonarlas de forma más profunda: ¿tener dinero te asegura ser feliz? Cuanta gente tiene un nivel económico elevado y se siente muy infeliz. O al revés, cuantas personas tienen un nivel económico medio- bajo y son felices.

¿Y tener amor? ¿También te lo asegura? Muchas personas no tienen pareja y no por eso se sienten desdichadas.

Y los problemas… ¿conocéis a alguien que no haya tenido problemas en su vida? Siempre vamos a tener algún problema o alguna preocupación, en mayor o menor medida, la vida es así.

Por lo tanto, si focalizamos nuestra felicidad en cosas externas y, además, sólo vemos su parte negativa si no las tenemos, nunca vamos a conseguir ser felices puesto que la vida es un cambio constante.

¿Qué podemos hacer ante esta visión de la felicidad? ¿Cómo podemos ser felices?

Aquí van algunos consejos que os pueden ayudar a alcanzarla:
-        Haz ejercicio. Está demostrado que el ejercicio físico promueve la liberación de endorfinas, la hormona de la felicidad. Además de este componente también mejora nuestro bienestar psicológico aumentando nuestra autoestima y nuestra sensación de "sentirnos bien" con nosotros mismos.

-        No veas sólo la parte negativa de las cosas. Cuando tenemos un problema tenemos tendencia a verlo como algo negativo para nosotros puesto que no nos gusta tenerlo, pero la actitud con la que se afrontan es muy importante. Tú eliges si afrontarlo de forma positiva y viéndolo como un reto o, por el contrario, puedes seguir lamentándote y dejando que ese malestar te arrastre. Yo os aconsejo lo primero, tener una actitud positiva ante el problema puesto que de ese modo es más probable que se os ocurran más formas de solucionarlo. Si os dejáis llevar por el componente negativo, sólo veréis eso y no se os ocurrirán tantas soluciones.

-        Que haya algo en tu vida que no va como a ti te gustaría (por ejemplo, si no tienes pareja), no significa que el resto de las áreas de tu vida vayan mal. Puede que no tengas pareja, pero sí tengas una familia que te apoya, unos amigos maravillosos, un trabajo que te gusta… Estas cosas buenas dejamos de verlas y nos centramos sólo en el área de nuestra vida que no va como nosotros quisiéramos y acabamos sintiéndonos desdichados. Yo os propongo que os centréis también en lo positivo, en el: "bueno, no tengo pareja pero tengo muchas cosas más que me hacen feliz".

-        Céntrate en el momento actual. Muchas veces lo que nos hace sentir infelices es recordar algo del pasado que nos hizo sentir mal. Pero… el pasado ya se fue, no lo podemos modificar. El presente es lo que tenemos ahora, lo que podemos modificar y guiar, por lo tanto, céntrate en él y fíjate en las cosas buenas que nos da la vida. Estoy hablando de cosas básicas, como el sonido de la lluvia, la risa de un niño, ver amanecer… todo lo que tus cinco sentidos capten y te aporten cosas.

-    Proponte metas. Tener metas nos hace estar activos y nos proporcionan una dirección en nuestra vida. El hecho de ir consiguiendo cada paso que te lleve a ella te motivará y te hará sentir bien. Pero cuidado, las metas que nos propongamos tienen que ser realistas y que se puedan alcanzar, aunque tengan cierto grado de dificultad.

-    Acepta tanto tus virtudes como tus defectos. A menudo focalizamos demasiado nuestra atención en los defectos que tenemos, sin llegar a aceptarlos nunca. Nos lamentamos cada vez que cometemos un error, no nos gusta alguna parte de nuestro cuerpo… y si nos centramos sólo en eso va a ser muy difícil ser felices. Nadie es perfecto y vamos a seguir cometiendo errores, pero eso no es algo malo. Podemos aprender de ellos, dejar que nos hagan crecer como personas para así, no volver a repetirlos en un futuro.

-       Diviértete. No todo en la vida es trabajo y obligaciones, también hay que divertirse! Realiza los hobbies que te gustan, sal con tus amigos o familiares a dar un paseo, a tomar algo… lo que os apetezca. Todo esto va muy bien para distraer la mente y recargar de energía nuestro cuerpo.

-    Haz algo bueno por los demás. Ayudar a alguien que lo necesita aumentará tu bienestar también. Eso sí, hazlo sin esperar nada a cambio, sólo hazlo por el placer de ayudar.

Como veis, hay algo que subyace a todas estas ideas y que es muy importante para nosotros: ¡nuestros pensamientos! Intentar ver siempre el lado positivo de las cosas, aunque aparentemente parezca una tarea imposible. Y como no, somos nosotros los que escogemos ver ese lado positivo, en nuestras manos está hacerlo o no.

Hasta aquí los consejos que os propongo para recorrer vuestro camino a la felicidad. Si se os ocurre alguno más que os ayude a vosotros mismos y que no haya escrito no dudéis en proponérmelo, puede que ayudéis a alguien que actualmente se encuentre en esa búsqueda ( y de paso estaréis poniendo en práctica el último consejo del que os he hablado).

Un saludo y hasta la próxima.

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